Economía: tradicionalmente se ha pensado que en el feudalismo como un sistema de autoabastecimiento totalmente rural. Desde el siglo XII se conformaron áreas urbanas ligadas a actividades comerciales. En las afueras de los castillos medievales o de los territorios feudales, personas particulares empezaron a establecer sitios de comercio conocidos como los burgos.
Los comerciantes de los burgos se diferenciaron de campesinos y nobles porque pertenecían a una población de tipo urbano. Se destacaron dos grupos de comerciantes el primero estaba conformado por personas de origen noble y el segundo por personas que no pertenecían a la nobleza, merecedores del respeto por el dinero que acumularon con sus actividades económicas como comerciantes, terratenientes, trabajadores libres y artesanos.
Poder político: durante el feudalismo, los reyes, señores feudales, caballeros y miembros de la iglesia se enfrascaron en una lucha para obtener cada vez más tierras siervos ya que con estos aumentaban su poder y prestigios. Los miembros de la nobleza no les basto con poseer tierras y siervos; requirieron de un cuerpo armado conformado por caballeros que se encargaban de defender las posesiones adquiridas, o que buscaran la forma de arrebatar las adquisiciones de otros señores feudales. Muchos de estos caballeros llegaron a convertirse en poderosos señores feudales las constantes luchas entre señores feudales para apropiarse de tierras y siervos desgastaron las alianzas entre señores y monarcas lo que condujo a la inestabilidad política y a continuas guerras que dominaron el panorama político de la tierra.
Al lado del poder civil de los reyes y los señores feudales, creció y se fortaleció el poder religioso y espiritual de la iglesia
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