Disolucion Del Imperio

Disolución del imperio o la anarquía: con el paso del tiempo, para el gobierno central fue imposible controlar el poder de los innumerables condes, marqueses y otros señores locales que se encargaban del control de los terrenos del imperio de Carlo Magno.

Se inicio un periodo de anarquía, en donde todos mandaban y nadie obedecía.

Esta fue una de las primeras razones que condujo a la disolución del imperio.

Otra causa sucedió en el año 106 cuando Carlo Magno repartió el imperio entre sus tres hijos (Pipino, Carlos, Luis). Con la muerte de los dos primeros el imperio quedo en manos de Luis quien a s vez lo dividió entre sus cuatro hijos (Lotario, Pipino, Luis el germánico, Carlos el calvo)

Las constantes divisiones y conflictos entre los herederos facilitaron una segunda oleada de invasores extranjeros quien contribuyo al derrumbamiento del imperio.

Durante el siglo IX y la primera mitad del siglo X Europa Occidental sufrió una segunda oleada de invasiones de pueblos Escandinavos, Sarracenos y Maguiares. El imperio Carolingio no logro defenderse de los ataques de estos grupos que destruyeron y saquearon sus ciudades.

Pueblos Invasores:

Pueblos Escandinavos: Los escandinavos, conocidos también con el nombre de Normandos Viquingos habitaban inicialmente al norte de Europa, de donde se dirigieron hacia el sur. A este grupo pertenecieron.

1. Los Noruegos: Que coronizaron Islandia y la península ibérica.

2. Los Daneses: Que recorrieron los territorios de Francia y Inglaterra

3. Los suecos: Que actuaron en el Vatico Oriental, alcanzando poder en el pueblo.

4. Los Sarracenos: Estos actuaron como piratas en el Mediterráneo Occidental. Durante los siglos IX y X sus bases se hallaban en el norte de África. Desde ahí conquistaron las tierras de Silicia y de Creta y lograron llegar hasta el sur de Italia para saquear a las afueras de Roma.

5. Los maguiares: Eran conocidos también como Ungaros y venían del Este. A finales del siglo IX incursionaron en tierras italianas, Alemanas y francesas. Baviera y Lombardía fueron los lugares más afectados por sus invasiones.