El Imperio Carolingio y El Sacro Imperio

Tras las invasiones barbarás uno de los reinos más destacado fue el de os francos. Ellos gobernaron un amplio territorio en Europa occidental lo que hoy es Francia. Los miembros de la familia de los carolingios aprovecharon su trabajo como mayordomos de la corte real y se tomaron el poder. Así se dio inicio a la dinastía carolingia que gobernó desde el siglo VII – X. El objetivo principal de esta dinastía consistió en afianzar una política militar y diplomática que los llevan a conformar una gran unidad basada en el cristianismo.
Carlo Magno: Carlo Magno ha sido reconocido como el representante más importante de la dinastía carolingia. Su objetivo principal fue restaurar la unidad del imperio Romano, destruida por los invasores. Para lograrlo fortaleció las relaciones entre la iglesia y el estado, situación que se afianzo desde el momento en que el papa León III lo corono y nombro emperador de occidente, Carlo Magno se convirtió en promotor y protector de la iglesia.
Las campañas militares de Carlo Magno le permitieron conquistar los territorios que actualmente corresponden a Francia, Alemania, Austria, Suiza, Los países bajos y el norte de Italia.
Para afianzar el dominio de estos territorios Carlo Magno mando construir marcas, que sirvieron de fronteras de seguridad, las cuales fueron ubicadas en las zonas de mayor peligro en ese tiempo. Al frente de cada una de ellas se encargo un hombre que velara por la seguridad y evitara los Saqueos y evitaran ser atacados por los extranjeros a estos hombres se les conoció con el titulo de Marqueses.
Organización: durante la época carolingia se consolido un sistema social económico que se conoció con el nombre de Feudalismo en este sistema la tierra era el elemento central en torno al cual se organizaba la sociedad. Los reyes, propietarios de la tierra las repartieron entre nobles y guerreros. A las tierras regaladas se les llamo beneficio y a los guerreros que se les regalo la tierra se llamaron vasallos.
El imperio carolingio se organizó a partir de tres instituciones.
1. Gobierno Central
2. Los Gobiernos Locales
3. Inspectores Regios.
El gobierno central estaba compuesto por el rey y su corte. La administración de las provincias estaba en manos de los condes, nombrados por el rey para cumplir las funciones de cobrar impuestos y defender el territorio. Los inspectores regios se encargaban de vigilar y controlar la administración de los condes.

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